CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO
CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO. canto XXIV de la comedia humana


















canto xxiv

CANTO XXIV DE LA COMEDIA HUMANA

(Eutanasia)

Después de muerto nuestro sentimiento

Es paz en la tumba, todos queremos

La paz aquí y ahora, sin sufrimiento.


¡Ah!, el más allá también tiene el gozo

Que hace dulce el amor amoroso

Del que arrojó su moneda en el pozo.


Siempre es un aliciente la esperanza,

La bella esperanza que siempre alegra

El alma bella que nunca se cansa,


Gozando la vida y mi alma entera,

Pero también con la tristeza y lágrimas

De veros pobre como cementera.


Dolor inmensamente doloroso,

Duele con insoportable amargura

Estadio supremamente angustioso.


Pasaron los años que la fiesta une,

De pronto la niebla que ciega y triste

Llega con la muerte con ésta impune.


Es otro modelo de la vida alada

Que sin eutanasia era, era y fue,

¡Ah, infortunio de la vida amada!,


¡Oh, o cuando ella misma se apaga!;

Os preguntáis, ¿suerte o no suerte?

Queda la misma duda que no paga.


El pecado original es misterio

Hasta el fin del camino de la vida

Que pasa por el crisol del criterio.


Alegoría también de dulzura

Cuando el corazón bueno despïerta,

Entonces la vida parece pura,


Que pesamos el pecado y lo puro

En una balanza, buscando armonía

Por placeres como dijo Epicuro.


Oh mi Dios, puedes con tu mano fuerte,

Do amas Tú. Dadme una prueba de amor,

Dadme una prueba de amor, que mi suerte

Sea el amor, si es de amor, es mi clamor.


Y la pregunta es: ¿Es la vida sueño?

´´Hay que ser prudente en la circunstancia,

Tanto dolorosa como a su dueño´´.

El sueño es de la vida su fragancia.


Pero el fantasma reapareció

Como oscura sombra del pasado,

Asombrando a todos restableció

La gravedad en ese cuerpo amado.


Entonces, era la mala hora en casa.

Llegó la muerte que estaba en la plaza,

Ya leyendo el bando para una caza

Bajo un silencio desde una terraza.


La vida vence a la muerte, por suerte,

Vi que la muerte esclaviza la vida,

Abrazándola ahora con la muerte,


Proclamaba comprar ese sembrado

De alma, como se compra la verdura

En las tiendas surtidas del mercado.


Lucha también dijeron por tu sueño

Como cuando ves la fugaz estrella,

Viajando con todo tu bello ensueño

Anhelado, porque la vida es bella.


Al poema vi es arte y sortilegio,

Es la luz elocuente con sus alas.

Era el claro oscuro volando regio.

Era el poema del barco sin velas.


Poesía que pasó la bicoca,

Poesía que habitó con bicoca.

Era poesía en sí o por bicoca.

Era poesía fiel sin bicoca.


Con bicoca y sin latido del tambor…,

Que ahonda el dolor en el corazón,

Se invoca morir pa` morir de amor.


Dolor inmensamente doloroso,

Duele con insoportable amargura

Estadio supremamente angustioso.


¡Oh! Cielo no quiero más, no, no quiero,

Cuando me falla el amor, hay lágrimas,

Y yo puedo morir de amor… yo quiero.


Pero ¿Qué es la tan renombrada muerte?

¿Es un paso de la vida al descanso?,

Y si es un descanso es muy buena suerte

De imaginar lo bueno con descanso.


Último brindis que sale de mi boca

Con abrazos que la fiesta convoca

A los placeres de mi dulce copa

Con el beso hechicero que provoca.


Preparan tu muerte te lo aseguro

Por la confianza de tu corazón

Y que lo ruega con ese amor puro.


-Líbrame del mundo de llanto, risa

Y aunque engañoso me da luz del día,

Pero escucho a aquélla que no me eriza.


¿Cómo puede el amor morir conmigo?

¡Si tengo un amor eterno sagrado!

¡Si tengo ese gran Padre que es mi amigo!


¡Moriría con el amor suyo, mío

Y con todos que entiendan mi dolor!

¡Moriría con el amor suyo y mío!


¡Debes escuchar! Y ¡Tened cuidado!

¡Tened cuidado! ¡Que algunos enjuician…!

¡Dejadme morir para ir al Amado!


¡Ardiente desea la dulce muerte!

¡Despertar allá en el eterno amor!

¡Cómo olvidarlo, es sagrado y mi suerte!


Aún yacía en la sala del Purgatorio

Donde se juzga sin misericordia

Por más rezo de alma en el oratorio.


Y lo encontré increíblemente Eterno

Y me dio esperanza de salvación,

Como brilla el naciente sol fraterno.


Eterna mi alma y alegre de alegría,

Se abrió a Él como hija que florecía

En el alba y también de noche y día.


Aquí en este mundo no sufriría,

Aquí el mundo de alegría y alegría,

Para que mentir, yo no mentiría.


¡Oh sol que nos brillas en este mundo!

¡Oh luna que nos das luz en la noche!

Y tú universo siempre más fecundo.


Sólo el mal viaja cuando viaja el mundo

Al infierno del crisol de los males,

Y el bien derrotando todo lo inmundo.


Rogabas: ¿Qué hay del bien y mal humanos?

¿Si existe un Dios que es todo poderoso? :

¡Lo Humano y albedrío van como hermanos!


Lugar como el Paraíso Grandioso,

Hay que crear un Nuevo Paraíso,

Terrenal que hará del hombre, hermoso

Y que Dios con su ejemplo así lo quiso.


¡Adiós al amor con sus dulces goces!

¡Adiós a los bellos sueños sonrientes!

¡Adiós dolor, dolorosos y atroces!

¡Adiós mundo de cosas sorprendentes!


© R. Arévalo.